
Fijaos en la distribución radial que presenta la pulpa que ha sufrido una metamorfosis cálcica, pero todavía queda algo de tejido vascular (necrótico), teñido con fluoresceína.
Hace tiempo Sashi Nallapati hablo bastante de este tinte y de las posibilidades en la ayuda a la hora de encontrar conductos calcificados. Hace años lo estuve utilizando y lo dejé porque en ocasiones no había tal tejido vascular, y la fluoresceína se quedaba en un recoveco más que fijarse al tejido vascular.
Ahora lo he retomado, con más experiencia, sabiendo que es una herramienta más, que junto a radiografías periapicales, tomografías de campo pequeño y sobre todo magnificación bajo microscopio, nos va a ayudar a detectar este tipo de conductos tan pequeños.
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